*
A Rosa Iglesias
El humo de la vida
no nos permite ver destinos ciertos.
Se reparte la niebla por las calles
en portales de pánico y silencio.
Un pájaro de sombra
nos hace sortilegios con su canto
y huímos hacia grutas de belleza,
donde el sonido de los sueños
nos seduce con sílabas de agua.
El humo de la vida es sólo humo,
pero casi nos ciega.
Una luz que transforma nuestro espíritu
nos invita a ser sólo una visión.
Ana Muela Sopeña
sábado, 25 de diciembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
"...donde el sonido de los sueños
nos seduce con sílabas de agua."
Gracias mi querida amiga
Me dedicas un poema bellísimo, donde lo incierto de la vida es protagonista inevitable de nuestra boigráfica historia
Te quiero Anita Muela
El momento de conocernos personalmente se acerca y eso me hace feliz
Siempre gracias mi queridísima poeta
Un abrazo y mil besos
Rosa
Gracias, amiga, por estar...
Un beso grande
Ana
Publicar un comentario