*
Escucho los rumores de la noche
y presiento el vacío
en mitad de las horas.
Recuerdo tus palabras
adheridas al frío
en las alamedas de la luz.
Anhelo tu sonrisa
abierta sobre calles y semáforos.
Antes de que la sombra nos inunde
y el vértigo infinito nos atrape
he de nombrarte todo.
Ana Muela Sopeña
lunes, 10 de febrero de 2014
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2 comentarios:
Es una forma de alimentar los recuerdos, escuchar los sonidos de la noche.
Un abrazo Ana.
Muchas gracias, Taty.
Un beso
Ana
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