Avanzas en la niebla
bajo nubes que encienden mi deseo
y me ofreces tu mundo subterráneo.
Te regalo la bruma de mi piel
y abrazos de crepúsculo
con escarcha en las ramas de los árboles.
El roce de mis manos te despierta
en las calles de invierno.
Me acaricias despacio
en aceras ocultas
y nuestro conjuro se hace lluvia.
Ana Muela Sopeña
16 comentarios:
Ole por los conjuros que están por encima de lluvias y tempestades.
Un abrazo
Bellísimo, y vuestro conjuro se hace lluvia.
Me ha encantado tu poema.
Un cálido abrazo
Gracias, Albada:
Eres muy efusiva con mi conjuro.
Un fuerte abrazo
Muchas gracias, Sneyder, me alegra que estos versos te hayan hecho disfrutar.
Un beso
El calor amoroso abriga el invierno de los solitarios. Aunque sea incierto, pasajero, repentino.
Wow.
Abrazo agradecido. De lo mejor que te he releído, Poeta.
Inquietante pero atractivo conjuro, Anapoeta.
Con un besogrande
Soy consciente de que las relaciones permanentes pueden ser impermanentes y las impermanentes pueden ser permanentes. En fin, que no hay nada predeterminado. Todo es incertidumbre...
Un abrazo
Gracias por detenerte en mi conjuro
Muchas gracias, Carlos:
Es un placer verte en mi espacio.
Un abrazo
Muchas gracias, Soco:
Un beso enorme
Y solo espero que no deje de llover...
😊 Besos.
Muy bonito lo que me dices, Laura:
Un beso enorme
Me encanta este poema, Ana, transmite una sensualidad muy atractiva.
Besos.
Gracias, Hidra, por brindarme tus palabras.
Un beso
Divino mundo subterráneo
La naturaleza a tus pies....que siga el conjuro.
Besos de lluvia, Ana
Gracias, Ceciely:
Que siga el conjuro, como bien dices.
Un beso enorme
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