*
El lugar de la niebla nos ampara
en sus brazos de lodo.
Entramos en los túneles de la ciudad oscura
y allí nos abrazamos,
escapando de jaulas
adornadas con oro incandescente.
Rincones de memoria por calles y por plazas
nos recuerdan pasados ya vividos
y experiencias con dedos de cristal.
Me siento vulnerable cuando tú me deseas
en guaridas de lobos en la sombra
con pétalos de lirios somnolientos.
Te sientes de otro mundo cuando yo te susurro
las palabras de un reino inexistente,
donde nos guarecemos de los hielos
escapando de escarchas y nostalgias
a través de las eras,
en esas glaciaciones prehistóricas
que avanzan sin piedad sobre nosotros.
Ana Muela Sopeña
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4 comentarios:
Buenas tardes Ana!!
Bello poema en donde un reino inexistente nos esconde del pasado,donde encontramos abrigo en la oscuridad.
Un beso
Gracias, Estrella, por tu lectura.
Un beso
Ana
Saludos, Ana. Compruebo tu estupendo estado de forma cuando el verano está casi vencido... Con un abrazo.
Julio
Gracias, Julio, por leerme.
Un abrazo
Ana
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