*
Voy furiosa cabalgando por tu herida
en un centro de sal, nieve y azúcar.
En espejos de sílabas
me miro cuando rozas mi piel lúbrica.
Me atrapas en el sueño,
me persigues desnuda por los túneles
y yo me hago invisible en el silencio.
Ana Muela Sopeña
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