*
Una mujer arrastra
la soledad del mundo con sus botas
entre la lluvia fría de un mes del calendario.
Avanza hacia la nada
sobre gotas de luz del pavimento.
Huye despacio de las sombras.
Su paraguas protege de lo infame
en la noche que sabe de penumbras.
La ciudad resquebraja su silencio
mientras la gente corre a los portales
en medio del temor más ancestral.
Una mujer atrapa con sus manos
el instante sutil del infinito.
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
Una maravilla.
Resalto estos versos:
"Su paraguas protege de lo infame
en la noche que sabe de penumbras."
Un abrazo.
Mercedes.
Me alegra, Mercedes que el poeta te haya gustado.
Un beso muy grande
Ana
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