viernes, 7 de febrero de 2020
SUSURRO
La luz imperceptible
se parece a tu cuerpo frente al mundo
que acepta los enigmas infinitos
en el reloj del alba.
Las calles con la lluvia
presagian el almizcle de tu piel
y tus cálidos besos en la niebla,
en el vértigo alado de la sombra.
Lo invisible se vuelve
un susurro insaciable en la distancia,
al percibir que todo es efímero...
Ana Muela Sopeña
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10 comentarios:
Todo paseo por la lluvia del ayer nos deja el sabor de almizcle y melodía de un tiempo vivido con alguien.
Muy bonito este poema, con estupendas imágenes. Un abrazo
Gracias, Albada, por tus palabras.
Un beso
...todo, todo, efímero, Ana; pero a la vez, eterno.
Abrazo, en el cerquita.
Sí, esa es la paradoja de la vida. Qué bien lo dices. Efímero y eterno al mismo tiempo.
Un beso
Efímero, como casi todo lo bello.
Besos.
Gracias por venir a mi espacio, Amapola.
Besos a montones
La paradoja, Ana, de alguna manera la realidad...
Abrazo, Poeta!!
Así es la realidad. Todo empieza y termina y nos rebelamos porque queremos que permanezca, pero así es...
Un abrazo, amigo
Lo invisible de lo efímero...
Me he quedado dándole vueltas a esto.
Beso grande.
Es que lo efímero se vuelve invisible y al obsesionarnos con ello lo hacemos visible, pero como ya no está nos frustramos. Entonces solo nos queda dejarlo ir o hacerlo visible de nuevo sabiendo que aunque lo volvamos a tener o vivir su condiciòn sigue siendo de impermanencia.
Difícil pero posible...
Un abrazo
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