*
I
A veces el olvido permite regresar
a la desnudez de los crepúsculos.
II
Hay una rosa de agua
en la melancolía de la tarde
que me recuerda
la infinitud de tu piel lánguida.
III
Mi perfume transmuta la sombra del desierto
en la luz condenada a las heridas.
IV
Un pérfido animal
enmascara
la dulzura escondida de tu espíritu.
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
En la brevedad, la grandeza de la palabra...Sublime el número dos.
Besitos
Gracias, Taty, por brindarme tus palabras.
Un beso
Ana
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