*
A Mercedes Ridocci
Los cuerpos oscuros se pronuncian,
pero no pueden ya rozarse
en el camino de las lágrimas.
Habitan en sus celdas,
desnudos, en sus nichos de cemento.
Los cuerpos luminosos
se intuyen en el sueño imaginario.
Cabalgan unicornios de utopías
en el laberinto de la rosa.
Los cuerpos en el llanto se hacen piedra
y ya no se diluyen en el mar.
Se detienen sobre dunas
mientras las caracolas los observan.
Los cuerpos sonrientes
renacen con el sol de medianoche
y aspiran a ser luz sobre la herida.
Ana Muela Sopeña
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4 comentarios:
Ana, no sé si me equivoco, pero siento que este poema refleja muchos de los sentimientos de la composición escénica que estoy trabajando sobre "Dos cuerpos".
"Los cuerpos sonrientes
renacen con el sol de medianoche
y aspiran a ser luz sobre la herida."
Estos versos últimos definen el final de nuestra composición.
Muchas gracias, Ana, tienes una capacidad de intuición y de herramientas para hacer de ello poesía, que me asombra.
Un abrazo.
Mercedes.
No sabía que estabas trabajando en una composición escénica titulada Dos cuerpos.
A veces tengo intuciones, no sé...
Me alegra que te gusten estos versos.
Un besito
Ana
Ruego por la luz, mi cuerpo lleno de luz.
Sonreír, hay que sonreír.
Gracias por dejar tu huella...
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