MEDITACIÓN CUÁNTICA

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Los círculos azules se entrelazan
en el loto violeta.

La estrella luminosa:
escalera de esferas hacia el cielo.

Espirales rojizas te sumergen
en la música atómica de luz.

Y el verde es tu refugio
para acunarte en el desastre.

La radiancia del mundo del Aleph
te lleva por lugares con aulagas,
donde un cuadrado mágico te canta
los sonidos perfectos de adn.

Esferas que se nutren de los cuantums
se hacen invisibles en tu mente
y en colores naranjas hay un cuásar
del código estelar de las edades.

En Las Pléyades suenan melodías
con triángulos mágicos de pulsos
donde las espirales se entretejen
con una trayectoria de luz cuántica,
para poder amar desde tu centro
a todo lo que existe en vibración.

Los mundos de los vórtices regresan
para intentar sentir en los triángulos.

Los rayos de los códigos se nutren
de figuras geométricas perfectas
donde anclar los sonidos de las sílabas
consagradas al ser dimensional.


Ana Muela Sopeña