*
Laberinto secreto
que sueña con la ondina de cristal,
delicada, en penumbra,
al encuentro enigmático de amantes
en suavidad de océanos.
Libélulas divinas
que duermen su letargo en el crepúsculo,
en mandalas de arena.
Belleza subterránea
volando hacia tejados de algodón.
Un mundo entre las redes,
en escarcha de nubes y ciudades,
contempla subyugado
el magma de la vida y de la muerte
entre azuritas cálidas.
Pergaminos sedientos
persiguen a cometas entre olas,
con divertida espuma de los mares
que aman con albatros
las luciérnagas dúctiles del aire.
Ana Muela Sopeña
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4 comentarios:
Todo se hace naturaleza en tus manos, todo se une al cosmos en tu universo, debes tener un jardín repleto de hadas...
Un abrazo
Marian
Marian, en estos tiempos es bastante difícil tener un jardín lleno de hadas. La mente, todo está en la mente. En mi mente es donde está todo. O quizás la manera de mirar...
Gracias por pasar, amiga poeta.
Un beso
Ana
Adorando a las libelulas como las adoro...ha sido un placer leer este poema...
GRACIAS ANA!!
Un beso
LIBELULA VIVIENTE
Gracias, Libélula, por pasar por mi poema.
Un beso
Ana
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