lunes, 12 de enero de 2009

A NUESTRO ANTOJO

*
A veces las palabras
rodean a la niebla en el recuerdo
y distorsionan todo.

Grabamos una frase
que trastoca el sentido del discurso,
ese momento intenso que cambia nuestra vida

que la eleva a otro cielo
o la hunde para siempre.

Reinventamos la historia
al renombrar las cosas
y emplear el olvido a nuestro antojo.


Ana Muela Sopeña

2 comentarios:

Rosalia Linde dijo...

Querida Ana:

me ha encantado este poema, surgido, intuyo, de una inspiración. La última estrofa me parece de lujo. Besos.


Rosalía

Ana Muela Sopeña dijo...

Sí, Rosalía. Nació así. Totalmente inspirado. Un pensamiento...

Un abrazo
Ana