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A Edgar Allan Poe
Un ángel me visita entre los sueños
y me muestra lugares del Edén,
con cuevas habitadas por sibilas
y extrañas luces llenas de inquietud.
Los demonios me miran desde espejos
tras las criptas amadas del silencio,
con misterios que saben de los vivos
y una clave en un código encriptada.
La aurora me sorprende bajo el fuego
con la belleza fértil de las aguas,
en jóvenes que danzan con la luna.
La tierra sabe ser el territorio
de la sombra vencida en diosas cálidas,
más allá de la muerte, entre la escarcha.
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
Un poema bellisimo, digno de un dios, como lo fue Edgar. Es exquisito y de unas imagenes deslumbrantes.
Un fuerte abrazo, amiga mia.
Gracias, Perfecto, me alegra mucho verte entre mis letras.
Un beso grande, amigo
Ana
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