lunes, 6 de febrero de 2012

ADORABA A WISLAWA SZYMBORSKA

*
A Eduardo Apodaca
que adoraba la obra de Wislawa Szymborska


Adoraba a Wislawa Szymborska.

Él leía poemas
como si fueran mantras.
Los leía en polaco
y luego en español.

La música del verso era total
y sus conceptos eran como el mundo
de la verdad y la belleza.

La
hostilidad
del
frío
se hacía menos cruel
tras leer a Szymborska.

Era como si todo lo perverso
pasara por un filtro.

A veces él pensaba
que Wislawa era un ángel
que anunciaba los cambios de conciencia
de una especie en peligro de extinción.

Y creo que era así.
Sabía entremezclar
compasión con distancia
en un cóctel tan fiero y tan humano
que después de leer algunas líneas
o un poema de ella
la visión de las cosas
ya _ no _ era _ la _ misma.

Eduardo la admiraba
con tanta vehemencia
que tenía su libro
en la cabecera de la cama,
para leer un verso en mitad de la noche.

Insomnios destructores
podían ser más tenues
leyendo suavemente
un verso de Wislawa o un poema.

Y es que cada palabra
escrita por Szymborska
no sólo era un sonido o un concepto...
era básicamente una plegaria,
una oración al hombre siendo Hombre
y no sólo primate o Neanderthal.

Cada palabra era
como un umbral de fuego hacia el Aleph.

Wislawa no abordaba la poesía
como si fuese únicamente
una galaxia estética,

Wislawa daba todo en sus poemas
que eran pasadizos hacia el magma
donde otros mundos nuevos podían irrumpir
de pronto y por la espalda,
casi sin avisar.

Eduardo la adoraba
y me enseñó a quererla y a leerla
como se lee un manual para ser lluvia
y así supervivir entre misiles.


Ana Muela Sopeña

8 comentarios:

genetticca dijo...

Es,sin duda alguna, una gran pérdida, dentro de la hostilidad de este mundo cada vez más frío. Su poesía estaba libre de diccionarios en clave, era directa y concisa, sin palabras de adorno. Vivió el sufrimiento del mundo en su propia historia y lo narró conbinándolo con la belleza, para no desperdiciar ni un ápice de la misma.

Tu poema la describe perfectamente.

Un saludo

Inés dijo...

Extraordinario poema, felicidades.
Yo también me siento un poco más huérfana, es una pérdida impresionante. Es lo que tiene el ser humano: es capaz de lo más sublime, también.
Un saludo

Ana Muela Sopeña dijo...

Así es.

Gracias

Un abrazo
Ana

Ana Muela Sopeña dijo...

Inés, me alegra que el poema te llegue. El ser humano es capaz de todo, sólo es importante despertar. ¿Cuando llegaré ese momento?

Un abrazo
Ana

carmen silvia presotto dijo...

Que belo poema e que linda homenagem a Wislawa, gracias por me chamar aqui Ana.

Beijos, boa semana.

Carmen

Unknown dijo...

Es imposible, no sentirse tocado por tus versos, Ana. Delicadeza, amor, poesía, eso se siente y se agradece.
un abrazo fuerte.
Leo

Ana Muela Sopeña dijo...

Muito obrigada, Carmen.

Beijos
Ana

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Leo.

Él adoraba a Wislawa Szymborska, como tú...

Un abrazo enorme
Ana