viernes, 22 de febrero de 2013

LILIA

*
La lluvia te protege del papel,
iniciador del verso, con un sari.
Laberintos soñados de cristal
intuyen la belleza colibrí
al tiempo que resisten la tormenta.

Musitas las plegarias de tu álbum
ondeando banderas en el viento,
renaces cada tarde en alta mar
al caer el crepúsculo del agua.
La luna en la nostalgia, con la sal,
enamora en silencio a una nube.
Sonidos de campanas sumergidas

yacen sobre la cuerda del noray.

Melancólica atrapas a Mirzam,
osando cabalgar el Unicornio.
Recuperas el pulso de un radar
imaginando el mundo desde ti.
 
 
Ana Muela Sopeña

4 comentarios:

Pedro Cepedal dijo...

Evocadora relación de imágenes con un aire irreal pero que llegan muy cerca, son hermosas. Un placer leer este poema.

Ana Muela Sopeña dijo...

Muchas gracias, Pedro, por venir a brindarme tus palabras...

Un abrazo grande
Ana

Antonio Fernández López dijo...

La primera en la frente para apreciar la estética de esos límites amarillos en la letra primera y final de cada verso. No sé si será así pero lo quiero asociar a tu condición de mujer porque a mí no se me hubiera ocurrido y me encanta, la verdad. lo demás esxa palabra y juego de palabra y persdona que intenta definir sus interiores a partir de las palabras y le sale belleza. Un beso

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Antonio, por venir.


Un abrazo
Ana