*
La lluvia tintinea en los cristales
mientras nuestros espíritus de hielo
se han escondido en las estatuas
de esta ciudad amada.
Las horas serán siempre melancólicas
y llegarán los días
de las sombras
donde el ayer parezca surreal.
El instinto de nieve será todo
lo que la urbe deje traslucir
entre los edificios de la bruma.
Los relojes abiertos al destino
parecerán robots carentes de alma
y las calles desnudas brindarán
solo
humo
en
el
silencio
de lo que pudo ser y nunca fue...
Ana Muela Sopeña
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6 comentarios:
A modo de desiderata... La poesía crea futuro, Ana. Como decía alguien por allí "Mañana es mejor..."
Abrazo inmenso amiga!
No me creo que haya nevado en Bilbao. Pobres meninas de la calle Ercilla (o kalea Ercilla)
(No te rindas a la melancolía, o digo por la poesía)
El frío de las nostalgias, anunciando nieves metafóricas en la ciudad de los olvidos. Muy bueno.
Un abrazo y por una tarde de lluvia y caracolas.
Gracias, Carlos, por pasar y dejar tu huella entre estos versos.
Abrazos hasta Argentina
Ana
Hola, Fackel:
Sí, nevó en Bilbao el 28 de febrero del 2018.
Fue una nevada impresionante.
Abrazos
Gracias por venir
Otro abrazo para ti, Albada:
Ana
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