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Los crepúsculos rojos nos seducen
con sus rayos naranjas sobre el mar.
Las flores amarillas de los árboles
nos contienen con verdes hojas frescas.
Collares de turquesas iluminan la piel desde los púlsares.
Un azul luminoso nos ampara
en violetas desnudas.
Ana Muela Sopeña
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4 comentarios:
Relajante momento de lectura, Ana, a través de este armónico poema. Un cordial abrazo
Raúl, gracias por pasar y dejar tu huella amiga.
Un beso
Ana
Muy sugerente, Ana. Es el segundo poema que he podido leer con esta idea tan luminosa de colores (el otro pertenece a otro poeta conocido) y me parece en todo muy bello.
Salud.
Gracias, Julio, por pasar y dejarme tu huella.
Se me ocurrió que podía resultar atractivo en lo visual poner los colores del arcoiris...
Un abrazo
Ana
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