*
Los columpios del parque
permiten ver estrellas a lo lejos,
la soledad nocturna
y una llovizna inesperada
cerca del tobogán de la niñez.
La luna parpadea en su silencio
y un banco perdido
en la oscuridad de los relojes
rompe las horas que cabalgan a distancia.
Ana Muela Sopeña
sábado, 23 de marzo de 2013
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