*
Juegas cuando amanece con mi cuerpo
y unes tu pasión a mi lascivia.
La luna nos protege con su luz
del íntimo deseo que nos ata
por los siglos y siglos de los tiempos.
Por la yerba esparcimos la utopía
y vamos avanzando por la ruta
al lugar nunca visto en las visiones
de brumas amarradas al crepúsculo.
Ana Muela Sopeña
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Es muy hermosa la sensualidad que desprenden tus versos, amiga mía, y su añado su música, me saben cereza.
Gracias, Ana, gracias.
Un beso grande grande.
Ío
Me alegra que te guste, Ío.
Es una alegría...
Besos
Ana
Publicar un comentario