*
El camino del agua
te lleva por lugares nunca vistos,
te conviertes en líquido
y descubres arroyos, riachuelos,
océanos y mares...
y fluyes sin un límite
por superficies cálidas.
Tú eres esa gota
que vive sin un nombre
en la inmensidad de cualquier río
o moléculas frías
que se columpian siempre
en los lagos del norte.
Eres el tao del agua
y te confundes con las fuentes
que manan sin descanso...
Al regresar al agua
tu cuerpo se transforma en un cristal
y reflejas la vida con su luz
en el caleidoscopio
de la geometría de sus átomos.
Ana Muela Sopeña
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