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El momento voraz se acerca amenazante
y encontrarás la puerta del mundo del abismo,
donde todo en espejo refleje tu vacío,
en tardes melancólicas o nubes de silencio.
La vida te premió con ángeles de signos,
entre los jeroglíficos habitaba el misterio,
pero tú no quisiste devenir como humano,
prefieres escapar al tiempo del dragón.
Y pasarán los años en huecos de tristeza
con seres deprimidos que portarán mochilas
de experiencias potentes, con traumas en el alma
y pensarás que todo son fuertes espejismos.
El instante inter-vidas te brindó dos opciones
el umbral del amor y el de los personajes,
tu elección es crucial para diez años vista.
Te deseo un futuro cargado de esperanza,
aunque yo ya no sea portadora del sueño
o en otra piel distinta te amalgames con fiebre.
Te brindo sin rencores el adiós que deseas.
El presente es caníbal, pero yo me diluyo,
me disuelvo en la luz de la belleza apátrida
y cambio mi vehículo por átomos distintos,
me transformo en siriana o quizás arturiana.
Ana Muela Sopeña
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6 comentarios:
Querida Ana, es un poema fafuloso.Con imágenes muy originales y un final genial y con sentido del humor. En diez años vista tal vez te hayas transformado en ti misma, pero más sabia si cabe: esa es la diferencia entre los hombres y las mujeres, aunque todo el mundo diga lo contrario. Un besazo.
Rosalía
Gracias, Rosalía. Me suele gustar meter imágenes novedosas en los poemas. Me encanta que estos versos te hayan gustado, amiga.
Un besito
Ana
Quizá no todo el mundo pueda cruzar la Puerta Estelar, Ana.
Tal vez el cuerpo físico de algunos esté supeditado a su propia dimensión en estado de conciencia primitiva.
Aunque también es probable que sea el momento voraz de elevarse a la Quinta Dimensión en la luz de la belleza apátrida.
En cualquier caso, renacen trozos de corazón en tu alma robusta y futura.
Sólo tiempo en el racimo de los siglos, porque todo marcha hacia ti.
Un beso,
Manuel
Gracias, Manuel, por tus preciosas palabras, tan importantes para mí. Sí, todo es como tu dices.
A veces las dimensiones son diferentes. Y una persona está en un plano primitivo y otra en un plano más humano.
Esas cosas hay que aceptarlas, aunque duelan...
Un abrazo, amigo
Ana
El presente es caníbal, pero yo me diluyo,
me disuelvo en la luz de la belleza apátrida
y cambio mi vehículo por átomos distintos,
me transformo en siriana o quizás arturiana.
Bellos versos querida Ana, tu dolor de brazos abiertos que brindan adioses, deben abrirse también para recibir nuevas dichas.
Me encanta hoy visitar tu blog querida amiga poeta para dejarte mi huella desde la mitad del mundo.
Patricio
Gracias, Patricio, por visitar mi espacio y dejar tus palabras tan generosas.
Un beso
Ana
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