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Escondida en los sueños del abismo
penetra con sus ojos todo el vértigo,
en una red sonámbula.
Perséfone se muestra con el humo
en las cenizas ebrias de la bruma,
con sal entre los ríos y la sangre.
Sumergida en la piel de tus mujeres
se entrega al hábito del verbo,
como estudiar el silabario japonés.
Ha aprendido la muerte en los espejos
de todos los enigmas imposibles
que en lágrimas de dudas
ascienden por cascadas sin un límite.
Ana Muela Sopeña
martes, 10 de junio de 2008
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4 comentarios:
precioso!
un saludo
Gracias, Cuchhhi, por leerme.
Un saludo poético
Ana
Preciosa Perséfone, llena de imágenes evocadoras. ´La última estrofa es genial, un colofón muy hermoso.
Un saludo!!
Gracias, Elisa, por pasar a través de Perséfone, con tu mirada poética y lectura mágica.
Un beso, querida poeta
Ana
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