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Hablamos en la niebla de la herida,
ésa que todos vamos ocultando
debajo de sonrisas y de muecas,
en el fondo del sueño y la utopía,
bajo los maquillajes y las máscaras.
Nos hacemos cómplices del viento
a través de los meses,
en esos jeroglíficos antiguos
que datan de los años del silencio.
Nos entregamos todos los vestigios
de la luz adherida a los secretos
y permitimos albas en el aire,
más allá de los árboles tan tristes.
Hablamos en la niebla de la herida,
ésa que todos vamos ocultando
entre los grandes planes de futuro.
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
Todos arrastramos un corazón puro remiendo, y una herida que jamas cicatriza.
Recuerdo, en estos momentos, los versos de Antonio Machado, sobre todo el ultimo "ya no siento el corazón".
Un fuerte abrazo.
Así es, la herida suele caminar con nosotros y necesitamos todos sanación.
Un beso enorme
Ana
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