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Eres mi droga, mi abismo, mi deseo,
mi placer de la vida, mi crepúsculo,
el sonido del viento,
las cerezas,
mi chocolate dulce, mi banquete,
mi sueño más profundo, mis insomnios,
mi gruta incandescente, mis palabras,
mis páginas del alba entre los árboles,
la belleza de un día inspirador,
el instinto del agua,
el verbo lúdico.
Mi vestido de luz y mis diamantes,
mi túnica de sombra, mi obsidiana,
los ojos de la aurora, los relámpagos,
mi suspiro en susurros de la noche...
Ana Muela Sopeña
viernes, 21 de octubre de 2011
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4 comentarios:
Lo de gruta incandescente...
[Bueno, también dice que hay zarzas que arden sin consumirse, aunque uno no se llame Moises ni tenga la vara de Aarón...]
Me encantan las grutas incandescentes, los relámpagos, el fuego, las hogueras, todo lo que arde y tiene luz me parece muy inspirador...
Son como gotas de lluvia acariciando el fuego, pero lo que me hidrata de este Ser, es "el instinto del agua" y el bautismo de todo lo que arde en sus celebraciones.
Un abrazo
Gracias por tus palabras, Manuel.
Un abrazo
Ana
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