*
Luminoso es el centro de la luz,
donde toda tiniebla
se apaga con el ojo de penumbra.
En el vértigo alado del desastre
me nutro de ambrosía
y absorbo néctar con el éxtasis del lujurioso abrazo.
El resplandor de bruma primigenia
me llena las entrañas de silencio,
entre abismos velados de misterio.
En sombra los espejos me saludan
con caricias de ausencia entre las algas.
La vida me sorprende con delirios
que emborrachan mi piel de tu presencia
y atrapo tu lenguaje con mi voz
que busca ser tu aliada en el enigma.
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
Ana:
tu poema es luminoso, como el mismo título lo indica. Me encanta la vitalidad que tienes, la energía que impregna todos tus poemas. Un placer leerte, querida amiga.
Besos.
Rosalía
Gracias, Rosalía, me encanta que te haya gustado el poema.
Un beso grande
Ana
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