*
He venido a pensar
a la sombra del árbol del silencio.
Hay vacíos que tocan
el corazón del mundo.
Hay círculos que saben
de cáscaras de olvido.
Seguimos siendo huérfanos
a pesar de los vínculos.
Formamos las alianzas
con los acreedores de la nada
y perseguimos pompas de jabón
a través de discursos interiores.
Pero todo es inútil.
Seguimos caminando,
como funambulistas del destino,
por esa soledad con arenilla
que nos hace sentir que todo es maya,
ilusión y quimera.
La desnudez nos hace
soñar con esas máscaras
que nos aliviarán todas las penas.
Pero todo es efímero.
Con máscaras de nieve
o sin ninguna máscara
continuamos el viaje por la vida
imbricados en esa soledad de la conciencia,
a pesar de los vínculos
y las promesas para siempre.
Pero ahora tú eres
mi conexión divina hacia el origen.
Ana Muela Sopeña
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