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Ahora la belleza es solo un sueño,
más siempre te amaré dentro del alba
y en las noches de lluvia melancólica.
Crearé un santuario de la nada
y adoraré tu imagen sin naufragio
antes de que el vacío nos inunde.
Encenderé el instinto de la herida
para así caminar sobre el presagio
en aceras heladas sin relojes
y en los escaparates de las tiendas.
Escribiré tu nombre entre las nubes
mientras la bruma triste del otoño
se adherirá al ocaso de los árboles
con estatuas de sal desafiándonos.
Ana Muela Sopeña
domingo, 20 de octubre de 2019
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4 comentarios:
Es mejor dejar que el pasado pase, sin aferrarse. Muy buen poema.
Un abrazo
"Antes de que el vacío nos inunde..." Imposible no identificarse con ese verso. Un poema en sí mismo.
Abrazo grande, Ana.
Todo es efímero, eso sí es cierto, Albada:
Besos
Ana
Encantada, Carlos, de verte de nuevo entre mis versos.
Siempre es un placer saber de ti...
Un fuerte abrazo
Ana
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