*
Tu alma del mundo entre la piel de niebla,
clandestina y oculta,
en tejados con humo de nostalgia.
Tu espíritu inquieto
se lanzó en paracaídas y no había nada.
La emoción de tu centro
persigue luna y algas prisioneras,
para lograr una amnistía
de todo lo romántico y salvaje.
Todo lo que castraron de tu niño
emerge ahora como un géiser,
como el manantial de la diosa Afrodita.
Vuelve la infancia en ráfagas de antojos
y en castillos utópicos de arena,
en los pretiles huecos de la historia.
Regresa tu juventud en una cámara
de filmación de cortos
clasificados "S".
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2 comentarios:
Ana:
me ha encantado este poema. La nostalgia de los años que creemos que fueron más felices, de la infancia y la contraposición de la manera de observar el mundo de los adultos. El final me parece sobrecogedor. Un abrazo grande, amiga.
Rosalía
Gracias, Rosalía, por brindarme tu opinión, tan positiva.
Un abrazo grande
Ana
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