miércoles, 27 de agosto de 2008

RÍO SUBLIME

*
El río misterioso
llevaba en su caudal arena y agua,
para curar estigmas de los siglos
de todas las mujeres maltratadas,
hombres envenenados y niños malheridos.

La gente se bañaba en ese río,
para sentir un bálsamo de luz.

La piel se restauraba de la sombra,
de insultos y de abusos,
de humillaciones fuertes, de la rabia.

El corazón salía como nuevo,
el agua milagrosa
permitía olvidar todo el pasado.

Ese río sublime
recogía las aguas de las cumbres
de un monasterio blanco en la montaña.

Allí los monjes eran
partícipes del mundo con sus cantos
y sus meditaciones.

Con su música sacra
convertían el agua en algo único.

El agua era la vida del espíritu.

Por eso el río era
como una medicina bien antigua,
curaba a las personas de su herida.

Al desnudar a un hombre
que parecía un diablo viejo y pérfido,
se observaron las marcas del maltrato.

El río milagroso
le curó para siempre de su mal.

Descendientes y ancestros también se restauraron
iluminados por el rayo de la vida.


Ana Muela Sopeña

4 comentarios:

TrasTera dijo...

Hola Ana, me alegro de encontrarte en este tiempo vacacional. Qué tal va tu Oasis de Palabras?? Bueno, un besico y nos seguimos leyendo!!

*elisa*

Ana Muela Sopeña dijo...

Elisa, es muy grato encontrarte. Estoy esperando a septiembre para seguir insertando vuestros poemas en oasis de palabras. Creo que así habrá más lectores y comentarios a vuestros excelentes poemas.

Un beso
Ana

Atípica Belleza dijo...

¿ Ese río milagroso es como el Leteo?

Saludos.

Ana Muela Sopeña dijo...

No lo sé, Alejandro. Es un río que está en mi imaginación. Ojalá exista de verdad.

Gracias por pasar y dejar tu generosa huella.

Un abrazo grande
Ana