miércoles, 27 de agosto de 2008

I CHING

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Acudí al I Ching
para resolver la incertidumbre.

Tiré las monedas.
El primer hexagrama
fue
29. K'an / Lo Abismal, El Agua.
El peligro venía,
y venía con ojos de Gorgona,
a quedarse con dientes de animal
en mi interior sediento de proezas.

El segundo hexagrama
fue
20. Kuan / La Contemplación (La Vista).
Liberada del yo la paz me envolvía
en aguas de azurita y lapislázuli.

El tercer hexagrama
fue
21. Shig Ho / La Mordedura Tajante.
En este estado de cosas,
desperté del sueño
y descubrí que el oráculo
me respondía con aquéllo que importaba
y me llevaba por el camino de lo armónico
hacia mi centro sumido en los vórtices de luz.

I Ching y pensamiento eran uno.

El oráculo me aquietó.

Seguí caminando
en la certidumbre de la incertidumbre más voraz...


Ana Muela Sopeña

4 comentarios:

Rosalia Linde dijo...

Ana:

tu poema es tremendamente original. Conocí a una persona que sabía tirar las monedas, pero a mi me parece complicadísimo... me sumerjo en tus letras y te dejo un abrazo grande de admiración y cariño, mi original poeta.

Rosalía

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Rosalía. Es muy alegre para mí que te haya gustado este poema.

Un besito

Ana

Manuel dijo...

Quizá a través del cambio, se llegue a la realidad existente del Ser.

Pero mientras el ciclo no cambie, mientras la forma y la materia no lleguen a la eclosión del principio más profundo...

Cohabito en las señales de este estado metafísico en tu plano terrenal.

Y observo los iconos de la Luz en el camino esencial.


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Un beso de mutaciones
Manuel

Ana Muela Sopeña dijo...

Sí, es a través del cambio como la vida ofrece su expansión y sus posibilidades. El libro de las mutaciones lo muestra claramente, Manuel.

Es muy alegre para mí verte entre mis letras.
Un abrazo
Ana