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Busco en los ocultos rincones de tu carne
el misterio de la ciudad sin agua
y lo oscuro de un naufragio sin olvidos.
Habitas en dos mares sigilosos,
con arena que bebe
de caracolas desnudas
tu deseo de sueño de otro mundo.
Resido en el abismo de la luz,
allí donde las dunas
se convierten en soles.
Nuestro encuentro,
en la embriaguez de la locura,
se nutre del milagro del enigma
que yace sumergido
en bruma de un futuro de azabache.
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
Hola Ana Manuela, un poema precioso, cuando te leo siempre me quedo encantada pues todos los versos tiene su belleza. Un beso, Inés
Gracias, Inés, por dejar tu huella entre estos versos.
Un abrazo grande
Ana
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