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Todos los territorios de la herida
convergen en los brazos de la nieve,
donde existe una ciudad con un resorte
que le ayuda a guardar cualquier secreto
en los vasos de arena.
Todos los libros blancos son antiguos y en ellos ya no caben las palabras, sólo caben relámpagos y lobos para soñar despiertos con los árboles y seguir con el hogar del orfanato.
Todos los jeroglíficos arcaicos
contienen los enigmas de otro tiempo,
cuando "nada" era siempre algo posible
y la infancia cabía en el bolsillo.
Todos los bosques sueñan otro sueño con cuerpos adheridos a la luna y allí donde comienzan los sollozos se halla el umbral de un mundo diferente.
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
Te envidio el poema y especialmente versos como este: "cuando "nada" era siempre algo posible". Abrazo, Ana.
Gracias, Carlos.
Ahora estamos llenos de todo: Internet, redes sociales, películas, vídeos, canciones...aunque en realidad eso, a la hora de la verdad sea un adorno de la nada. Pero antes la nada era posible. Ahora la "nada" va disfrazada y maquillada...
Un beso
Ana
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