miércoles, 21 de abril de 2010

DIARIO DE UNA CIERVA

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.....Hoy he querido sentir la ciudad vibrando bajo mis pies. Las tiendas con sus escaparates y sus letreros luminosos, los autobuses, el tranvía..., los sonidos del tráfico. Han intentado estafarme, pero me he dado cuenta a tiempo. Me he calzado las botas de guerrera, para tomármelo todo como una aventura intrascendente, porque si empiezo a darle muchas vueltas a la cabeza y a dramatizar me daría un infarto. Así que he mirado el sol, he sentido la cálida temperatura primaveral y he observado las calles como si pertenecieran a otra urbe más hospitalaria.
.....Así, he podido terminar la jornada, con hambre de belleza y de infinito. He contemplado el alfabeto y me he recreado en él, sabiendo de la imposibilidad de completud en la vida real. Ahora, que el sueño cierra mis párpados, me digo a mí misma que todo va bien, aunque en realidad el caos inunda mi existencia. Pero la energía de mi cuerpo sigue intacta y la integridad que me anima me permite seguir soñando en la visión de un tiempo de crisálida.
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Ana Muela Sopeña

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