domingo, 12 de julio de 2009

AMANECE EN LA CIUDAD

*
A Rosalía Linde

Otra vez se oye hablar de guaridas
entre los lobos negros que deambulan por la ciudad.

Otra vez se escuchan las sirenas
a través del oído de las farolas de las plazas.

Las ambulancias recorren las calles
y se llevan a los hombres muertos o que parecen muertos
hacia ninguna parte.

La oscuridad inunda la calle 52,
mientras la melodía de un saxo se filtra entre las horas.

Otra vez una mano espectral
comienza los aullidos a la luna,

pero amanece en la ciudad
y en los autobuses hay gente que sonríe...


Ana Muela Sopeña

6 comentarios:

Marian Raméntol dijo...

Otra vez una mano espectral
comienza los aullidos a la luna,

Genial!

Un beso
MArian

Ana Muela Sopeña dijo...

Hola, Marian, me alegra mucho verte entre estos versos.

Un besito
Ana

Anónimo dijo...

El sonido de un saxo ciertamente atempera las calles Ana. Lo es más todavía en Rosalía, con su filtro que pule, que domestica y no la desmiente.

Un besote a las dos

Ana Muela Sopeña dijo...

Miguel, es una grata sorpresa verte en medio de esta ciudad y su saxo.

Un beso grande
Ana

matiasragno dijo...

después del apocalipsis... la vida sigue como si nada, ir a trabajar, sonrientes en un autobus. excelente, ana.

Ana Muela Sopeña dijo...

Así es, Matías. Apocalipsis, momentos terribles y luego todo continúa girando...

Un beso grande
Gracias por pasar
Ana