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El tiempo del amor y de la muerte
se enreda con las nubes de la vida,
en las horas amadas de salida
que procuran buscar algo más fuerte.
Una mujer de luz parece inerte
en su cueva que oculta despedida
atrapada en los huecos de su brida,
para soñar con círculos y verte.
La belleza comienza en la ciudad
a despertar un mundo de presencia,
donde el agua disuelve siempre el nombre.
Y sólo queda ya la soledad
enmascarada en nudos de consciencia
que palpita en el alma de un pronombre.
Ana Muela Sopeña
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8 comentarios:
La consciencia enmascara demasiadas veces el sentir verdadero.
Besitos :-)
Observación profunda la que me dejas, Darilea.
Un beso
Ana
¡Qué alegría más alta vivir en los pronombres! (Pedro salinas)
Pere, me da mucha alegría encontrarte por aquí.
Besos enormes
Ana
Un buen soneto, Ana. Parece que nos ponemos de acuerdo.
Un beso
Gracias, Carlos, por tus cálidas palabras.
Un beso grande
Ana
Qué buen soneto y que buen tiempo el que nombras, a pesar de los pesares.
Es precioso, Ana.
Un abrazo.
Perfecto, es un placer verte por aquí.
Un beso
Ana
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