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I
Nubes amadas
en el viento de estío.
Densa la bruma.
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II
En mundos consagrados a la piel
me enredo sin un límite.
El vértigo me avisa de tu luz.
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III
Rosas salvajes
en tu cuerpo de fauno.
Éxtasis lúbrico.
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IV
La vida es un diamante sin pulir,
entre árboles dormidos en la arena.
*****
V
Belleza suave
entre pájaros negros.
Niebla nocturna.
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VI
Las diosas en las rutas de nostalgia
se visten con los velos de la noche,
la ausencia del placer se va notando
entre mis manos dúctiles de plata.
*****
VII
Violetas frías
en mis dedos de náyade.
Melancolía.
*****
VIII
Te extraño entre las hojas de un cuaderno,
en esa oscuridad del espejismo
que persigue a un espíritu sin nombre.
*****
IX
Luna danzante
en crepúsculos cálidos.
Playa desierta.
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X
La muerte entre las flores ensoñadas
se presenta sin máscaras de niebla.
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XI
Sol azabache
en tus manos amadas.
Impacto y sueño.
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XII
Entramados del éter sin domar,
en la canción de Gaia.
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XIII
Tus labios níveos
en la escarcha de espejos.
Sublimación.
*****
XIV
La tierra en su sonámbulo trayecto
nos dona la belleza de un presagio
ancestral como el oro sin memoria.
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XV
Miro tus ojos
en mañanas de lluvia.
Soy tu libélula.
*****
XVI
Entre visillos blancos
añoro melodías de luciérnagas.
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XVII
Moras y arándanos
en la infancia de un duende.
Bosque de lobos.
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
Qué belleza Ana, esa entremezcla "destellos" entre haikus y poemas.
Te felicito de veras
Me encantaría poner algo tuyo en mi blog ¿me lo permites?
Soco
Gracias, Soco, por pasar y dejarme tus palabras.
Sí, puedes poner un poema en tu blog.
Es una alegría.
Un beso
Ana
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