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En las calles los gatos merodean
la sombra de los muros,
por grietas de locura en la distancia,
a través de columpios solitarios.
El parque con la luna en los tejados
presagia la llovizna
en la noche callada
con siluetas de árboles heridos.
Un tobogán azul se descompone
en la arena de todos los enigmas,
al tiempo que las nubes en sus líneas.
La bruma del crepúsculo
se parece a la nada
en el misterio cóncavo del mundo.
Ana Muela Sopeña
sábado, 23 de noviembre de 2019
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6 comentarios:
Tanto hacen falta los niños y sus risas en el mundo, que su ausencia llora en todas las distancias.
Un abrazo.
Bullicios de niños y de pájaros...así dispuestos a volar
lo que nunca debe faltar en un lugar lleno de vida.
Soñado poema, Ana, bellos puros sentimientos me has dictado...
Abrazo inmenso, Poeta!
Los niños son el futuro del mundo...
Un abrazo
Me encantan los parques infantiles, Meulen...
Gracias por venir
Un beso
Muchas gracias, Carlos, por tus palabras, siempre atentas...
Besos
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